20.12.16

El amor no es una berenjena

A veces me da por hacer estudios irrelevantes para fortalecer la captura de datos intrascendentes comunes, generalmente hago sondeos con muestras aleatorias simples entre los círculos de amistades cercanas o simplemente los encuentros desafortunados de almas perdidas en mi contexto. Los bancos de preguntas van desde lo irracional hasta lo incomprensible, por ejemplo:

¿Si fueras una estación del año, cuál estación serías?

O, algo así:

¿De qué color rezas cuando quieres recordar?

Hace un par de semanas, empecé mi sondeo con una pregunta cliché: ¿Qué es el amor?

Recibí varias respuestas profundas, algunas otras en tono de broma y yo creyéndome irreverente dije: el amor es una berenjena, haciendo alusión a un significado personal que le di a una obra de García Márquez por allá en la Tere Robledo versión 2002.

En esta ocasión, la mejor respuesta fue la de Pili, tanto que tuve que volver a preguntar, grabar y colgarla en mi bitácora para recordarla cuando se me antoje:


Ella me hizo ver que el amor no es una berenjena... ¿o sí?

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