27.7.15

Letras repletas de sonrisas

Mi 2015 fue recibido con la frase: ¡el año de posibilidades infinitas! Así que he sido muy abierta a todas las experiencias que decidan llegar a mi vida. Fue así como viví este fin de semana:

La noche del sábado brilló con la entrega de coexistir con mis amigas en un lugar que no visitaría por motivación propia... I n t e r e s a n t e.

El domingo me recibió con el encuentro inesperado de algo tan esperado. Y debo aceptar que me sentí contenta, muy. Primero correos electrónicos, luego llamadas y así se reencontraron dos almas perdidas en esta línea del tiempo que decidieron que sus encuentros serían no tan fortuitos pero si algo dramáticos.

Mi mente repite que debo ser cautelosa, pero en realidad no puedo con la emoción de estar en una segunda oportunidad para aprender, valorar, apreciar y admirar de cerca a tan honorable Ser.

Mi estancia fuera de mi lugar de nacimiento me ha regalado un montón de cosas, dentro de ellas el aceptar y asumir lo que siento, expresarlo y no generar expectativas, porque cuando decidimos amar a todo ser humano simplemente por su existencia, estamos amándonos a nosotros mismos. Y todo eso que sentimos cuando pensamos en cuán admiramos a otro ser, ese sentimiento nos enriquece el corazón, ¡sentimos bonito, pues!, es decir, la sonrisa es para nosotros... puede sonar egoísta, pero creo que simplemente aspiramos a ser mejores personas compartirnos con otros y dejar que se compartan con nosotros. Y esa interacción sin barreras es hermosa.