26.2.16

El Salto del Agua Llovida: Mi lugar favorito

La primera vez que recorrí el maravilloso pedazo de tierra llamado "El Salto del Agua Llovida" fue a través de la narrativa de Aarón, misma que publicó en el año 2009 en su desaparecida bitácora en donde narraba sus viajes a bordo de una Suzuki DR200.

Tener ese primer contacto con ese lugar ubicado en la Sierra del Nayar en el Estado de Durango, fue epifánico; aunque en aquél entonces aún no descubría porqué.

Siempre he admirado y disfrutado la forma de escribir de Aarón, pero especialmente ese relato tan detallado, fue crucial en mi vida para desear con todas mis ganas estar ahí, disfrutar ahí, vivir ahí.

En ese mismo año, Aarón me invitó a aquél lugar tan lindo, recorrido que haríamos en su moto, pero ese no era el momento...

Al ciclo civil 2015 le llamé "mi año de posibilidades infinitas" porque iniciaba con la mejor actitud para aumentar mis experiencias de vida. Fue así como el 4 de enero de ese año estuve en esa imponente cascada por primera vez. Definitivamente no pude iniciar mejor mi año, fue una visita en la que comprendí esas epifanías que se venían manifestando años atrás.


Ese lugar, en conjunto con el ejido llamado San Isidro, fueron dos piezas fundamentales para unir cabos en la historia familiar materna. ¡Toda una maravilla! sin duda, mi linaje familiar es muy rico en peculiaridades que hacen de las historias más comunes algo increíble.

Esa visita la realicé en compañía de algunos integrantes de mi familia nuclear. Para quienes estábamos, fue muy especial disfrutar en presencia y esencia. Un viaje mágico que lo único que hizo fue unirnos más, amarnos más. ¡Nada más!

Definitivamente el año de posibilidades infinitas fue trascendental para muchos aspectos de mi vida, un año intenso en vivencias y determinación. Un año de mucha fortaleza, fruto de algunas decisiones drásticas en mi vida. En medio de todos esos cambios, un buen día, me reencontré con Aarón en un concierto de música de cámara y comenzamos a ponernos al tanto de nuestras vidas.

Una foto publicada por • t e r e • (@tererockbledo) el


Ese primer encuentro dio pie a cerrar de la mejor manera el 2015. El 30 de diciembre materializamos nuestra primera visita juntos a ese destino que había quedado pendiente años atrás. Su, ya veterana Suzuki DR200 fue nuestra aliada en esta aventura. Ahora que veo en el pasado ese viajecito juntos, sólo puedo recordar bonitas sensaciones. La cascada lucía hermosa, el clima fue condescendiente, vimos grandes espectáculos con vacas en el camino, ardillas (flacas y corredoras) y árboles que presumían su belleza invernal de diversas formas.



Con este viaje, entendimos con claridad esa conexión que mantiene vigente nuestro contacto. Qué buen viaje para agradecerle al universo de manera individual y en equipo por todo lo bueno que recibimos en el año dos mil quince.

El 3 de enero de 2016, nuevamente estuvimos ahí pero ahora también estaban presentes mis padres y hermanas. Otra gran historia para recordar.

Estar en El Salto del Agua Llovida en diferentes fechas, con personas especiales y en diversas circunstancias, han sido de mis mejores experiencias vividas. Esos momentos me han dado la dicha de navegar en mis pensamientos, que hace armonía con mis emociones. Una experiencia sensorial en todos los sentidos. El viento es tan puro que he sentido que mis pulmones me dicen: "gracias", es una sensación insuperable y hasta la fecha, no puedo describirla. El sonido único del agua al caer 80 metros, el volar de las aves y la libertad de la pureza es algo que le da un mejor sentimiento a mi vida. Son de esas dichas que quieres compartir en todo momento.

No necesito decir que soy muy fan de El Salto del Agua Llovida. Y más fan de las personas con las que he coexistido en esas magníficas visitas.

Nota: ya leí que existen algunas inconsistencias en las fechas de los viajes. Empero, lo importante es recordar con claridad la experiencia. Volver a formular el pasado es modificar su significado.

1 comentario: