12.1.17

Mis propósitos 2017

Hace unos días, Facebook me recordó algo que había publicado en el 2012, haciendo referencia a la película The Brothers Bloom:

"Yo no planeo, solo hago cosas"

Supongo que lo escribí porque me identifiqué con esa frase y porque para mí, la planeación significa procesos; siendo algo desesperadita, prefería hacer cosas sin planearlas.

Aunque esa actitud, trajo consigo muchos impulsos que me regalaron vivencias inolvidables, el tiempo se ha encargado de enseñarme que planear también es bueno y que la paciencia es crucial.

Mi 2017, año de la inspiración, ha estado moviendo muchas cosas, tanto de forma personal, como de forma social; aunque a veces llega la angustia por todas las situaciones a las que como humanidad nos estamos enfrentando, también tengo presente que, nuestros alcances de transformación están a partir de nuestra propia vida y aportar a nuestro entorno lo mejor de sí mismos, como alguna vez la Mtra. Angelita D. me lo escribió en un correo electrónico:

Somos seres pensantes e inteligentes, necesitamos determinación para elegir el espacio que nos corresponde, en el que vamos a actuar a influir no importa si es grande o chico, lo importante es que nunca mueran las ideas, las convicciones, la fuerza de voluntad, el espíritu de conservación de una especie humana cada vez más evolucionada, pero para  lograr todo esto se requiere si o sí LA EDUCACION, de LA CULTURA, del ARTE, porque si no es así, vamos camino rápidamente a la deshumanización y a la vanalización de nuestros valores.

Bajo esa determinación y con ese tipo de estímulos de inspiración, me propuse cuatro grandes objetivos:

  • Generar menos basura
  • Reciclar más
  • Apoyar al comercio local y marcas mexicanas
  • Regalar experiencias, no cosas
Es la primera vez en mi vida que hago una lista de motivos de esta naturaleza y en verdad deseo cumplir cada uno de ellos.

En mayor o menor medida, alguna de estas intenciones ya las estaba practicando, pero ahora quiero, justo, planear acciones concretas para que haya un impacto más significativo en mi vida y mejoras en mi entorno.

Pudieran parecer objetivos muy simples, pero debo reconocer que para mí son totalmente complicados. Primero, porque el planear significa que estaré entregándome a un proceso, en el que seguramente llegaré a desesperarme y querer ir por otro camino. Segundo, porque soy muy fan de ser práctica y esa característica puede incurrir en vicios que me harían actuar con incongruencia y prostituir mis motivaciones de inicio de año. Tercero, porque tiendo a olvidar las cosas.

Lo maravilloso es que una vez identificados mis puntos débiles, también puedo emprender acciones para ir aprendiendo a generar hábitos sanos y avanzar paulatinamente. Por ejemplo, una de mis primeras acciones, es escribir mis planes aquí, con el fin de establecer el compromiso conmigo misma. Por otro lado, le he contado esta empresa a mis amigxs cercanxs, de tal forma que se convierta en un compromiso social y sean cómplices, en una de esas, alguno de ellos se une. Finalmente, me he acercado a personas expertas en el tema y les he pedido su ayuda para concretar estos cuatro ejes inspiracionales de mi dos mil diecisite. 

Ya estaré escribiendo sobre mis enseñanzas de esta nueva etapa. ¡Si que es un gran reto personal!

Declárome fan de romper con mis propios esquemas...

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